Con ocasión de un viaje privado por distintas localidades de Andalucía la semana pasada, Don Carlos quiso visitar junto a su Familia la basílica Nuestra Señora del Carmen, en Jerez de la Frontera, donde se custodian los restos mortales de Antonio Molle Lazo, requeté jerezano martirizado el 10 de agosto de 1936 en Peñaflor (Sevilla) cuando protegía del ataque de unos milicianos el convento de las Hermanas de la Cruz de la localidad.

Don Carlos, Doña Ana María, Don Carlos Enrique, Doña Luisa y Doña Cecilia asistieron a la misa por la festividad de Todos los Santos y posteriormente pasaron a la capilla donde se halla la sepultura de Antonio Molle para honrar la memoria del joven requeté asesinado.

La Familia Real asiste a la Misa, acompañada de la familia de Antonio Molle Lazo. Durante la ceremonia rezaron especialmente por los afectados por la tragedia sucedida en Valencia a causa del temporal.
Los PP. Carmelitas dan la bienvenida. En el altar la bandera de la asociación de fieles que promueve la causa de beatificación de Antonio Molle, colocada para la ocasión.

En su visita les acompañó Antonio Molle Torné, sobrino nieto del mártir y presidente de la Asociación de Fieles Servidores de Cristo Rey, que promueve la causa de beatificación del joven requeté jerezano, junto a su esposa e hijos. Antonio Molle explicó a la Familia Real como sucedió el martirio y cómo está enterrado el cuerpo, y, ante las preguntas de Don Carlos, también el estado actual del proceso de la causa de beatificación, por el que el Duque de Madrid mostró especial interés, ofreciéndose a ayudar en lo posible.

Don Carlos destacó a Antonio Molle como «un ejemplo para todos nosotros en su defensa de la Iglesia», al que «seguir con humildad».

Al llegar al sepulcro de Antonio Molle, Don Carlos Javier se agachó para besarlo.
La Familia Real atendiendo a las explicaciones de Antonio Molle Torné y del sacerdote carmelita que celebró la misa.
Don Carlos y toda la familia fueron invitados a firmar en el libro de honor.

Al finalizar la visita, Antonio Molle Torné invitó a la Familia a visitar la casa de su abuelo, hermano de Antonio Molle Lazo, donde se conservan diversos recuerdos y reliquias del joven requeté martirizado, entre ellas el crucifijo que portaba cuando fue asesinado, así como recuerdos de Don Javier, Don Carlos Hugo, Doña Ireneentre los que hay alguna carta del padre y las tías de Don Carlos Javier a su abuelo. También les regaló unas estampas con reliquias de Antonio Molle Lazo.

Antonio Molle Torné muestra los recuerdos del mártir carlista celosamente guardados en un mueble, a modo de gran relicario, que el Requeté de Jerez de la Frontera regaló a su familia.

Antes de concluir la visita, Don Carlos dedicó unas breves palabras de agradecimiento a la familia Molle por la espléndida atención y narró los hechos que durante un viaje por Oriente Próximo inspiraron a su abuelo Don Javier el lema «Ante Dios nunca serás héroe anónimo» (leer aquí) que su Jefe Delegado, don Manuel Fal Conde, establecería para el Requeté, en el que estaba encuadrado Antonio Molle Lazo cuando le fue arrancada la vida. Mostrando así el estrecho vínculo entre ambas figuras, la de Don Javier y la de Antonio Molle, el Duque de Madrid indicó que «afortunadamente el ejemplo de Antonio Molle no nos es desconocido, pero aunque lo fuera, como lo es el de miles de carlistas que han entregado sus vidas enteras por la Causa, no importaría, porque ante Dios no hay héroes anónimos», lo cual es «un motivo de consuelo y de esperanza para todos nosotros».


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