Mensaje de Don Carlos de Borbón ante la catástrofe de Valencia
Desde el dolor y la solidaridad
Las imágenes que he podido ver estos días en Valencia me han sobrecogido. La aparente falta de previsión de las autoridades competentes en la materia ha hecho que los alrededores de la capital del Regne, también en poblaciones de honda raigambre carlista, se hayan visto anegados por la DANA, provocando centenares de vidas truncadas por la muerte y que decenas de miles de valencianos lo hayan perdido todo. Su dolor es infinito.
Llevo más de 25 años dedicado a la sostenibilidad y al medio ambiente. Toda la información que me llega indica que lo que ha sucedido en los municipios al sur de Valencia era contingible y por tanto, en gran parte, previsible.
Pero lo principal ahora no es buscar culpables sino ponerse a trabajar. Las personas con responsabilidad política deben estar a la altura, pues el fin de los cargos que ocupan debe ser única y exclusivamente el de servir al pueblo. No es el momento de enfrentamientos y bajezas, sino el de arrimar el hombro. Las familias valencianas afectadas lo han perdido todo menos la dignidad. Han dado una muestra de heroicidad luchando contra el agua. Me llegan noticias de carlistas de la zona que se han lanzado, arriesgando sus vidas, a salvar las de otros sin dudarlo. Auténticos héroes. Desde aquí mi reconocimiento y admiración por su ejemplo y sacrificio, que espero reconocer personalmente. El noble pueblo español, en general, está aportando miles de voluntarios que, organizándose, acuden para ir a retirar el barro. Otros, en diversos puntos, se organizan para recoger víveres, materiales, maquinaria o ropa para ayudar a los damnificados.
El día que juré los fueros valencianos asumí un compromiso de por vida amb la meua estimada terra valenciana, que desde el Maestrat a Guardamar ha dado patriotas, creadores, emprendedores, trabajadores. Debemos comprometernos desde ya con los afectados en la completa reconstrucción. Y en el apoyo psicológico de su sufrimiento, la adaptación de sus xiquets y el entierro digno de sus fallecidos.
Si queremos que Valencia pueda ofrenar noves glòries a Espanya, las víctimas de esta catástrofe deben recuperar rápidamente el ánimo y los medios. Pido a Dios, a través de la Geperudeta, el eterno descanso de los fallecidos. Por todos los afectados, vivos y difuntos, pido justicia.
Vixca València y vixca Espanya!
En La Haya, a 3 de noviembre de 2024