Ante el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco

Don Carlos Javier de Borbón ha escrito un mensaje de condolencia con motivo de la muerte, esta mañana, del Papa Francisco, que reproducimos a continuación para nuestros lectores. Junto al Duque de Madrid, nos unimos en oración a toda la Iglesia para pedir por el alma del Santo Padre.

Mensaje de Don Carlos:

Con profundo dolor hemos recibido la noticia del fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco esta mañana.

En estos luctuosos momentos damos gracias al Señor por las muchas aportaciones que durante su pontificado ha hecho a la Iglesia y al mundo contemporáneo.

Entre ellas, podemos destacar la preponderancia de su preocupación por los excluidos y descartados, por esas periferias que él calificaba no sólo de geográficas sino también de «existenciales», víctimas de sistemas económicos, productivos y sociales que desprecian la centralidad de la dignidad humana. Y también de la vinculación de éstos con la explotación descontrolada de los recursos naturales y la destrucción del medio ambiente.

En este sentido, y profundizando en el magisterio de sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre el cuidado de la Creación, Francisco nos recordó en su encíclica Laudato Si’ la unión indisoluble entre la cuestión social y la medioambiental, indicando que no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola, integral y compleja, y que el combate contra la pobreza y la lucha por devolver la dignidad a los excluidos están íntimamente relacionados con la preservación de la naturaleza.

También nos recordó el Sumo Pontífice la necesidad que tiene nuestro tiempo, sumido en una crisis global y permanente, de Cristo y su Evangelio en la esfera social. Así, por ejemplo, quiso poner en valor las manifestaciones de piedad popular, que tan familiares nos son, resaltando la importancia de los símbolos, las costumbres, los ritos y las tradiciones de «una comunidad viva», pues la fe, nos dijo, «no es un hecho privado». Y también supo, en el mismo sentido, rescatar para un mundo cada vez más indiferente al hecho cristiano, la importancia de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, a través de su última encíclica, Dilexit Nos.

Estoy convencido de que el paso del tiempo nos ayudará a comprender y valorar la importancia y trascendencia en la historia de este pontificado.

Junto a Ana María, Carlos Enrique, Luisa y Cecilia quiero animaros a todos, carlistas, caballeros de las órdenes dinásticas, a uniros a nuestra Real Familia en la oración por el eterno descanso del Santo Padre y a pedir al Espíritu Santo que alumbre al Colegio Cardenalicio, para que elija a un Papa que sepa guiar a la Iglesia, en estos tiempos convulsos, para cumplir su Misión de evangelizar al mundo, tan necesitado de Cristo.

En La Haya, a 21 de abril de 2025