Don Carlos de Borbón ha asistido esta mañana en el Vaticano a la misa exequial del Papa Francisco, fallecido el 21 de abril, lunes de Pascua. A pesar de las numerosas peticiones, la Santa Sede ha tenido en cuenta las características dinásticas que confluyen en su Real persona a la hora de invitarle a asistir junto al resto de las  delegaciones.

Don Carlos es Duque de Madrid, Duque de Parma y Plasencia y jefe de la Casa de Parma, con los derechos dinásticos e históricos inherentes a esa rama esencial de la Dinastía Real de las Españas. La Casa Real de Parma se ha significado siempre en la historia, hasta en sus momentos más convulsos y tanto en la península italiana como en España, por una estrecha vinculación con la Santa Sede y una defensa firme e ininterrumpida de los principios católicos y de los derechos de la Iglesia y del papado.

El mismo día del fallecimiento del Santo Padre, Don Carlos emitió un comunicado en el que destacaba algunos de los rasgos fundamentales del pontificado de Francisco y, sobre todos ellos, su marcada preocupación por los excluidos de la sociedad, que el Pontífice difunto calificó de «periferias existenciales».

El Papa Francisco ha sido sepultado, tal y como fue su deseo, en la romana Basílica de Santa María la Mayor.

Nos unimos a las oraciones de la Familia Real y las de toda la Iglesia, encomendando el alma del Santo Padre a la misericordia de Dios.

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